Los recientes huaycos e inundaciones acontecidos en el país han dejado alrededor de 160 mil damnificados cuyas viviendas han sido afectadas, inhabilitadas o han colapsado.
La principal causa de esta situación no es el exceso de lluvias en una región usualmente seca, situación que sucede y sucederá naturalmente, sino el mal emplazamiento de las viviendas en los terrenos próximos a la rivera de los ríos, terrenos inestables y propensos a inundaciones. Los resultados de esta ocupación han sido desastrosos pero han generado también que se reinicie el debate sobre la vivienda en el país, pues una gran cantidad de estos damnificados tendrán que reconstruir sus viviendas en terrenos que no sugieran riesgo alguno. La pregunta obvia que surge es: ¿Dónde se reubicaran dichas viviendas?
Previo a los desastres acontecidos en el país, el déficit de viviendas en el Perú era de 1.8 millones, sin embargo esta cifra se ha incrementado y exige que se piensen tanto en programas de vivienda social con un mayor subsidio como que se contemplen algunas medidas de cedida de terrenos de parte del estado para ante la demanda de viviendas. Para el director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), Guido Valdivia, la respuesta reside en empezar a utilizar terrenos del estado que se encuentran abandonados como son los terrenos en desuso pertenecientes al Ejército como indica a continuación:
“Una opción es construir sobre terrenos del Estado, proponemos que los terrenos de las Fuerzas Armadas que ya no tengan vocación militar, es decir, que hayan dejado de ser útiles desde el punto de vista militar sean transferidos al Banco de Tierras para ser implementados para proyectos de vivienda de magnitud”
La ventaja de estos terrenos es tanto su disponibilidad, pues están presentes en casi todas las ciudades del país como sus dimensiones, dado que el promedio de área disponible varía entre 20 a 40 hectáreas y posibilitan la construcción de hasta 7000 viviendas.
Ante la contemplación de tal iniciativa, el presidente de la república, Pedro Pablo Kucsynski dio su respaldo a las declaraciones y añadió una ventaja más que traería esta medida: “Si, les pagaremos al Ejército por eso (los terrenos) y esa plata irá al fondo de pensiones de la Caja Militar Policial”
De este modo, el traspase de terrenos militares en desuso al Banco de Tierras podría solucionar parte de los efectos resultantes del colapso de viviendas, mientras que en caso de daños menores se apostará por programas de refracción de daños e incluso reconstrucción sobre sus mismos terrenos. De acuerdo a Valdivia: “Son tres tipos de intervenciones que dependen mucho de la situación de vulnerabilidad en que se encuentre cada familia”.
Redacción: Ana Pumacayo
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