El costo de vida en las ciudades es elevado y nos obliga a re pensar la forma cómo hacemos hogares, este problema lleva a evaluar la manera de redactar e interpretar la normativa de construcción y seguridad para el diseño y adecuado desarrollo de la arquitectura.
Hoy en día vemos inspiración en diferentes elementos que ya existen y se encuentran en uso para distintas aplicaciones, ya sean los servicios higiénicos o el gimnasio de una estación espacial, la distribución de mobiliario de una casa rodante, el casino de un avión, la ducha de un submarino o cualquier diseño eficiente que permita optimizar el uso de espacio y recursos.
Sabemos entonces que existen soluciones creativas e innovadoras para problemas cotidianos, las cuales ya las estamos aplicando a diferentes aspectos especializados por necesidad. Una barrera importante para aplicarlas en nuestras ciudades son las restricciones que la normativa vigente mantiene con el fin de la buena práctica general. Esto sucede debido a que la normativa suele concentrarse en soluciones convencionales y accesibles a todo público, lo cual genera barreras a soluciones tecnológicas, innovadoras y/o poco accesibles.
Si deseamos evolucionar la manera que ocupamos el espacio y cómo vivimos en este planeta, debemos reflexionar, inspirarnos y motivar a otros a que sigan la búsqueda.