El Congreso Iberoamericano de Tecnología e Información en la Construcción, CITI AEC 2018, se llevó a cabo el mes pasado en la Ciudad de México, México. Tuve la oportunidad de participar como expositora y presentar todos los avances de la construcción sostenible y tecnología en nuestro país. Si bien estoy acostumbrada a participar de evento en los cuales la sostenibilidad es la estrella, en esta oportunidad los diversos sistemas tecnológicos, los robots, los softwares sofisticados y empresas de las cuales nunca antes había escuchado, eran las verdaderas estrellas del evento. ¡Mi presentación estuvo genial! Logré cautivar al público y considero que dejé a nuestro país en alto. Sin embargo, quien realmente quedó cautivada con los diversos avances tecnológicos del sector y con la triste realización de qué tan atrasados estamos como país fui yo.

La industria de la construcción es considerada como la menos eficiente de todas las industrias. Luego de la agricultura, la construcción es la segunda industria menos tecnológica. La forma en la que se trabajan las obras es exactamente la misma forma en la que se han venido trabajando durante los últimos 70 años, por su puesto, con una que otra pequeña excepción. Es debido a esta situación que billones de dólares han sido invertidos en los últimos años para tratar de digitalizar la industria y depender más de la tecnología para diversos procesos constructivos y de diseño. Lo que se busca no es reemplazar humanos; se busca explotar la tecnología y mejorar las herramientas disponibles para hacer de su trabajo de una manera mucho más eficiente.

Quisiera hablar sobre 3 “innovaciones” que llamaron mi atención y me hicieron reflexionar sobre la manera en la que estamos haciendo las cosas.

Lo primero, y probablemente de lo que más se habló en el congreso, es de los softwares de diseño, como por ejemplo Revit y la metodología de trabajo mediante BIM. Durante los últimos años la tecnología BIM ha revolucionado la forma en la que se trabaja el diseño de los proyectos. En miras de buscar mayores eficiencias e integración entre los diversos actores de un proyecto, BIM (Building Information Modeling) es el proceso de generación de datos de un proyecto durante su vida útil mediante un software dinámico en el cual se modela el edificio de manera 3D y se trabaja en tiempo real con todos los involucrados, ahorrando tiempo y evitando así interferencias entre las diversas especialidades.

Cada proyecto decide que tanto provecho le saca a la herramienta. Se puede trabajar desde BIM 3D hasta BIM 7D.

• 3D Modelamiento
• 4D Programación
• 5D Costos
• 6D Sostenibilidad
• 7D Operaciones y Mantenimiento ´

En el Perú, solo el 5% de los proyectos se trabajan a través de BIM, y de ese 5%, el 100% lo usa en 3D, solo para la compatibilización de obra, revisión de interferencias y colaboración entre las diversas especialidades. ¿Qué es lo que vemos en el Perú? Consultores/Integradores BIM, que luego de que cada especialidad hace su propio proyecto en CAD, lo unifican en un modelo y usan para revisar interferencias durante la obra. Por su puesto que todas las correcciones y documentos finales se vuelven a trabajar en CAD, de cierta manera, duplicamos esfuerzos y es acertado decir que como país, no le estamos sacando provecho a la herramienta.

Lo segundo que llamó mi atención, y me atrevería a decir, lo que realmente me “rayó” en el evento, fue la tecnología de realidad virtual con la incorporación de lentes para la visualización de modelos 3D en persona. Imagínense una inmobiliaria, que en vez de mostrar planos y detalles, tenga la opción que sus clientes se coloquen unos lentes y puedan ver sus futuros departamentos desde adentro del departamento en escala real. Que tengan la posibilidad de cambiar los colores de las paredes ahí mismo, de desplazarse y visualizar los diversos espacios en escala real, inclusive, de ver las vistas exteriores. Para personas que no son del rubro constructivo, visualizar todas estas cosas desde un plano puede resultarles muy difícil, esto sería un “game changer”, una nueva manera de vender. Por otro lado, imaginémonos lo eficiente que sería tener un arquitecto en otro país, y que mediante el uso de estos lentes pueda visitar la obra, sin necesidad de estar ahí en persona. Que puedan cambiar cosas, moverlas o “marcarlas” para revisión. ¡Esta tecnología ya existe! Si bien es novedad para nosotros, en muchos países europeos e inclusive en algunos latinos, como México, es la realidad mediante la cual se trabajan muchos de los proyectos. Mediante esta tecnología de realidad virtual se puede visualizar desde proyectos terminados, planos de especialidades, equipamiento subterráneo, inclusive, se puede proyectar el modelo en formato maqueta digital y tener la capacidad de mover componentes de manera digital, con nuestras propias manos. Esta tecnología puede sonar a Star Treck o algún otro tipo de película futurística, sin embargo, es el futuro (no tan lejano) que nos ayudará a ser más eficientes y creativos en nuestros procesos constructivos.

Finalmente, y probablemente del tipo de innovación del cual esperamos nazcan las próximas herramientas de optimización de procesos constructivos, es la robótica. El congreso presentó múltiples soluciones, desde drones que cargan elementos pequeños y hacen la labor de obreros al colocarlas en las obras, hasta robots capaces de imprimir su propio concreto y hacer el ensamblaje ellos mismos.

Hay una pregunta que yo me hago y es el ¿por qué confiamos en robots, máquinas y herramientas tecnológicas de punta para hacer nuestros celulares, vehículos y hasta aviones, pero seguimos haciendo nuestras viviendas y espacios de trabajo tal y como lo hacían nuestros abuelos? ¿En qué momento nos quedamos rezagados como industria?

Francesca Mayer Martinelli, LEED AP BD+C, ID+C

Coordinadora Ejecutiva – Peru Green Building Council

fmayer@perugbc.org.pe