A nosotros los arquitectos nos instauran de manera tajante y constante la prioridad de la estética sobre función en la arquitectura, y no hay nada de malo en ello. Sin embargo, consideramos que a la hora de desarrollar un proyecto dirigido a sectores de la población con poderes adquisitivos bajos uno debe ser mucho más audaz en crear soluciones que puedan ser eficientes en el ahorro de áreas, confort y sobre todo estéticas, que a su vez no creen gastos innecesarios. Algo que tenemos que recordar es que cuando una persona o familia que no cuenta con un sueldo estable y por debajo del promedio decide comprar una vivienda, automáticamente está incrementando su costo de vida. Para esta familia, la prioridad es la canasta familiar, luego seguridad y educación por lo que es improbable que esta familia tenga ahorros, en este sentido las consideraciones que un proyectista o inmobiliario deben tener a la hora de diseñar las viviendas son más complejas. En nuestra experiencia hemos observado miles de proyectos de vivienda a los largo de los años, pudiendo reflexionar sobre este tema y deseamos compartir las siguientes consideraciones:
1. LA DISTRIBUCIÓN INTERNA DE LA VIVIENDA debe ser eficiente en evitar desperdiciar áreas de circulación, ser audaz en la integración de actividades y usos dentro de la misma.
2. LOS HALLS Y ESPACIOS COMUNES no desperdiciar áreas en salas de espera; minimizar costos de maquinarias y no usar materiales de baja durabilidad en asesores, barandas, piscinas, etc.
3. El costo de CONSTRUCCIÓN total y acabados del interior de las viviendas deben tener la prioridad en calidad, considerando que el precio de venta final no exceda el poder adquisitivo del mercado objetivo. Hay que considerar que los acabados deben tener más durabilidad que el crédito hipotecario promedio para evitar sumar costos de mantenimiento innecesarios.
4. El CONFORT en cuanto a acondicionamiento ambiental y tipos de contaminación deben estar bien regulados, ya que de no ser así podría acarrear problemas fisicos y metales. Los cuales al tener que ser atendidos por la familia incrementan la canasta familiar.
5. La ESTÉTICA en un proyecto arquitectónico juega un rol importante en la mejora de la identidad local y más aún en la imagen personal convirtiéndose en un gran motivador de desarrollo.
6. Las ÁREAS SOCIALES COMUNES deben ser propuestas de acuerdo a actividades que generen cohesión entre las familias, fomenten la colaboración y la salud. Así actividades deportivas, lúdicas y espacios de ocio suelen ser buenas propuestas en proyectos sociales. Sin embargo uno debe analizar la zona para evitar ser redundante en sus propuestas y poder aportar a las comunidades donde uno va a intervenir.
7. Los proyectos deben generar APORTES URBANOS, usualmente buscan aislarse para generar seguridad y exclusividad, sin embargo la peatonalidad (porosidad) demuestra ser un agente regulador de seguridad barrial sumamente importante. Por lo que hay que evitar los muros ciegos, las calles sin salida y las fachadas impersonales y sin vista. Creemos que a la hora de analizar el mercado debemos tratar de dar las herramientas para que las soluciones apunten no sólo a mejorar la calidad de vida de las personas que irán comprando viviendas, sino también de las familias y comunidades aledañas a los proyectos que deben beneficiarse e identificarse, sintiendo que han aportado en mejorar la calidad del entorno. La sensación de pertenencia y satisfacción, en el caso de una inmobiliaria, prueba ser una herramienta de marketing invaluable, ya que el boca a boca es el mejor referente de confianza y más difícil de desmentir.