Tenemos regulaciones a la velocidad en cada autopista del país, sin embargo muy pocas de ellas realmente han sido pensadas con un sentido y una utilidad real para los peatones y vehículos. Para que pueda existir una convivencia pacífica entre ambos. Es así como encontramos calles muy poco transitadas por peatones donde los límites de velocidad son de 30 o 45 km/h y al contrario avenidas dentro de la ciudad con peatones que cruzan muchas de sus intersecciones, pero donde el límite de velocidad es de 60 y hasta 80 km/h. No acabamos de entender la lógica par estas medidas.
Y es bajo estas lógicas, que en el circuito de playas encontramos cambios en la velocidad con muy poco sentido, en cruces donde las personas pasan tenemos velocidades permitidas de 60km/h, lo mismo en intersecciones vehiculares y sin embargo en tramos rectos y donde no pasan peatones ni ciclistas, encontramos límites de 30 o 45km/h. Esta es una de las razones por las cuales hace ya más de tres meses, un ciclista perdió la vida en la costa verde.
Luego de este lamentable acontecimiento, los ciclistas y la ciudadanía se unieron para reclamar sobre controles de velocidad y mayores sanciones para los que ocasionen este tipo de accidentes. Ante lo cual, obtuvieron resultados inmediatos y se colocaron cámaras que tomaban fotopapeletas a todos los autos que excedieran los límites de velocidad en la Costa Verde. Medida que fue efectiva para reducir la velocidad de inmediato fue puesta en marcha.
Entonces, si fue tan efectiva la medida tomada por las autoridades, ¿porque luego de tantos meses recordamos este acontecimiento? Porque una medida inmediata y populista siempre es efectiva la primera semana de implantada, luego se deja de lado. Tal y como ha ocurrido en la Costa Verde, ahora los autos vuelven a circular sin tomar en cuenta los límites de velocidad y las cámaras permanecen en sus posiciones originales, ya como parte del paisaje y sin regular la velocidad de los autos. La bicicleta, ya no permanece como recordatorio de lo sucedido.
Medidas como estas son tomadas casi a diario en nuestra ciudad y en nuestro país. Nosotros mayormente actuamos como simples espectadores ante tales medidas, y las aceptamos como beneficiosas para la comunidad. Sin embargo, bajo análisis sabemos que esto no es cierto, solo que a veces nos cuesta trabajo reaccionar para hacerles frente y reclamar por un buen manejo y planificación de la ciudad.
Retomando el tema de la Costa Verde, ahora tenemos otra medida inmediata dada por la alcaldía, en la que se están instalando pilotes para construir una vía peatonal elevada, que va a generar un muro más entre los peatones y los autos. Dicha pasarela, cortará la relación que existe entre la playa, el acantilado y la ciudad, y beneficiará más a los autos sobre el uso de la zona de playa y los peatones tendremos que seguir viviendo entre muros, en lugar de eso se debería estudiar una planificación integral del circuito de playas, con accesos más generosos para los peatones y con controles de seguridad pensados de acuerdo al uso que tiene cada zona del circuito. Sigamos reflexionando y analizando a nuestros gobiernos y sus medidas para participar como ciudadanos responsables en la construcción de ciudad.