Existen muchas medidas que ayudan a incrementar el valor de la propiedad, sin embargo, es sorprendente observar cómo muchas veces las empresas inmobiliarias se encuentran desconectadas del cliente final. Es tan simple cómo preguntarse ¿Qué evalúa una persona o familia a la hora de buscar comprar una vivienda en esta zona? Y atacar esa pregunta desde estas perspectivas:
Resaltar el carácter o vocación de un sector para incrementar la identidad de forma positiva, esto brinda un sentido de integración a la vecindad que se puede volver en una sensación de orgullo para las personas, finalmente mejorando la percepción de valor e incrementando la demanda en la zona.
Conceptos a medida del cliente, está de más resaltar que cuando se diseña un proyecto, debemos tomar en cuenta las costumbres, capacidades e interacciones sociales del usuario final, sin embargo, a la hora de realizar un proyecto inmobiliario no se conversa directamente con el usuario, sino que se realiza una hipótesis del usuario final en base a estudios de mercado y comprendiendo el contexto. Es fundamental que el concepto del proyecto siempre tenga como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas desde que se conciben las áreas comunes, hasta cuando se distribuye la tipología de tal manera que no se incrementen los costos de vida de forma innecesaria y genere oportunidades de mejora mientras se disfruta de la seguridad y confort de un hogar.
Integrar no solo a los clientes, sino buscar que los vecinos participen en las actividades que generes alrededor del proyecto. En tal sentido, uno puede realizar reuniones sociales, capacitaciones, sustentaciones del proyecto y otras actividades que ayuden a que los vecinos se conozcan. Esta vocación de integrar ayuda a que los vecinos se conozcan y mejora la capacidad de colaboración para mantener la zona segura, además de ayudar en la red de networking de tus clientes finales conllevando a una apertura de posibilidades económicas asegurando paguen todas sus cuotas y tengan la capacidad económica para un adecuado mantenimiento de la estética de la urbanización o proyecto.
Colaborar con otras empresas, público y privadas, de esta forma se busca la mejora integral del sector donde se está invirtiendo. Así, se colabora con la Municipalidad para mejorar aspectos públicos de la zona y otros temas blandos, y con otras inmobiliarias, para invertir en la zona de forma estratégica que todos generen ganancias.
Viendo las oportunidades de los distritos se pueden armar estrategias colaborando tanto con el sector publico como con el privado. Por ejemplo, en un distrito como Magdalena que tiene una densidad de proyectos considerables y teniendo un problema de desorden vehicular en el corazón del mismo por los distintos medios (taxis, mototaxis, buses, etc); se puede plantear estrategias como la colocación de paraderos de bicicletas con la debida conversación con la Municipalidad. Si las inmobiliarias como conjunto se comprometieran a la colocación de una cantidad de paraderos de bicicletas a cambio del permiso de publicidad en las mismas, tanto el tráfico como la calidad de vida en el distrito se elevaría de manera que los nuevos y viejos residentes, la ciudad y los inversores privados se beneficien.
Es cierto que el sector inmobiliario es un conjunto de empresas en buscan que sus inversiones crezcan, sin embargo, apuntando a la mejora de las zonas donde se invierten y la preocupación por la calidad de vida de los residentes, no sólo se invierte en una mejor ciudad, sino que se genera un circulo virtuoso donde todos resultan beneficiados.
Compartimos esta entrevista donde abordamos algunos de estos temas de una manera rápida y ligera: