La inseguridad ciudadana en Lima ha sido un problema constante. Si bien la pandemia inicialmente forzó un declive en los indicadores de robos y hurtos, especialistas temen que la crisis económica produzca un aumento de crimen en el corto plazo. La inseguridad ha puesto a todos sus habitantes en una constante alerta. Aquí explicamos algunas de las causas de la sensación de inseguridad, así como la respuesta de parte de las autoridades.

Plan de acción contra la inseguridad ciudadana en Lima
Una de las medidas más importantes contra la inseguridad ciudadana en Lima se dio el 2020. Ese año se creó el plan de acción contra la inseguridad ciudadana en Lima.
Su objetivo era actualizar y mejorar cómo se abordan los actos delictivos más graves que arremeten a la metrópolis. El plan posee lo siguiente:
- Una estrategia que cuenta con mesas de trabajo que manejan soluciones permanentes.
- Énfasis en proveer servicios de psicología y velar por la salud mental a los culpables.
- A los condenados se les exigirá realizar servicios en beneficio de la capital.
- Coordinaciones entre entidades públicas y privadas para ayudar a reducir los índices de criminalidad.
Percepción vs realidad
Si bien existe un indicador de delincuencia real, cabe precisar que lo que se entiende por inseguridad ciudadana también implica la percepción psicológica de la población con respecto al crimen. En algunas ciudades, las personas consideran que el espacio en el que viven es más seguro de lo que realmente es. En el caso de Lima, las personas en promedio consideran que la ciudad es incluso más peligrosa de lo que reflejan sus indicadores de crímen (que ya es alto de por sí).
Esta percepción negativa es influenciada por una serie de factores. Por ejemplo:
- Prensa amarillista que apela al morbo y reporta frecuentemente crímenes gráficos.
- Ineficiencia en la respuesta de las autoridades (como Policía o Serenazgo).
Así, por más que un ciudadano no haya sido víctima directa de un crimen, su percepción de la seguridad cambia.
Según uno de los últimos reportes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI); nueve de cada 10 personas creen que serán víctimas de la delincuencia.
Por otro lado, otro tema recurrente es la ausencia de denuncias realizadas a las autoridades. Debido a veces a lo complicado del proceso, o a que las personas simplemente no confían en que las autoridades puedan resolver un caso, es común que varios crímenes no sean denunciados. Esto complica la labor policial.
Sin embargo, esto parece estar cambiando. El 2018 la policía peruana expuso las cifras correspondientes a los casos registrados de las denuncias de los habitantes, sobre todo en las áreas urbanas de Perú. Por ejemplo, de 81 denuncias por 10 mil habitantes en 2011 pasó a 132 denuncias por cada 10 mil personas.
El INEI expuso que en este tiempo de denuncias el desafuero no aumentó. Los peritos consideraron que estas reacciones se debieron más a la confianza de los limeños en la policía, que a una mayor criminalidad en sí.
Consecuencias negativas de la inseguridad ciudadana
La inseguridad afecta cómo las personas se comportan y qué decisiones toman. Es un factor importante que aumenta la demanda de inmuebles en distritos céntricos. Se percibe que estos ofrecen un mayor nivel de calidad de vida, así como seguridad para uno y su familia.
Además, en algunos casos la inseguridad puede afectar la salud mental y contribuir con sensaciones de ansiedad. Caminar mirando a los lados con temor, no es sano para la mente y las emociones.
Por último, la falta de seguridad ciudadana en Perú y en muchos países de Latinoamérica es objeto de análisis constante. La violencia y la alta delictividad impiden el desarrollo económico de estas naciones. Los sondeos explican que la inseguridad ciudadana en Limaes mayory que son indispensables las investigaciones para tomar medidas y detener el caos.
Referencias
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0254-16372015000200011