Desde 1535 las huacas han sido consideradas como simples montículos de tierra sin mayor importancia. La planificada expansión las tenía únicamente presentes si conformaban un obstáculo para el desarrollo urbano.
Este pensamiento se continuó a lo largo del siglo XX, donde estos sitios arqueológicos eran vistos como generadores de polvo y una molestia para el desarrollo urbano. Sobre todo en distritos como Miraflores, donde el valor de la tierra ha sido alto desde los inicios de su urbanización. Hitos de hoy en día como la Huaca Pucllana, eran obstáculos para sacarle provecho a cada metro cuadrado que existía a su alrededor. Sin embargo, la construcción fue respetada hasta cierto punto y es hoy uno de los atractivos estrella del distrito.
Por otro lado, en las invasiones a estos santuarios pre incas, ubicados en los llamados pueblos jóvenes, el gobierno tampoco tomó mayores acciones al respecto. La expansión urbana era una suerte de “solución” a los problemas de vivienda que este grupo de personas de bajos recursos presentaba para el mercado formal.
Huacas en Lima
En la actualidad, hay más de 400 centros arqueológicos en la capital. Es una de las mayores posesiones prehispánicas en Sudamérica, pero el Estado solo alcanza a proteger el 1% del patrimonio nacional con el 0.36% destinado del presupuesto nacional (2017). Ese desinterés del gobierno, que viene de generación en generación, se traslada a la población, con la idea de ser impedimentos de tierra para crecer. A su vez las empresas constructoras, la expansión agrícola y los traficantes de tierras, impulsan su invasión y le quitan cualquier tipo valor. Así mismo, el abandono de estos santuarios, ha llevado a tener una mala imagen de estos recintos. Debido a la acumulación de basura que se da a sus alrededores o el uso para actos delictivos que se da en su interior ante la falta de control.
Es ahí donde radica la importancia de inculcar un sentido de valor hacia estas construcciones ancestrales en la población. Se requiere promover el uso social de los monumentos prehispánicos a nivel nacional, para el disfrute de los ciudadanos, asegurando el acceso a los derechos culturales de la población. Diferentes colectivos y asociaciones buscan crear actividades o espacios de conversación para regenerar la relación que existe entre la ciudad moderna y estos recintos con la valoración y protección por parte de la población.
Falta de Espacios Públicos
Con el retorno de la actividad turística y el ingreso gratuito a varios de estos complejos arqueológicos para reactivar el sector en estos tiempos de pandemia, considero que se podría aprovechar en explotar el potencial y promover que los ciudadanos encuentren en las huacas esos espacios públicos que son escasos en varias zonas de la ciudad – y que durante este periodo han sido revalorados. Que estos sean espacios complementarios a las áreas verdes como espacios recreativos de disfrute, y que a su vez creen la idea de valor en el colectivo. Así obtendrán el respeto y promoción de estas infraestructuras que durante muchos años han vivido en el olvido y consideradas un estorbo para la capital.
Que no sea sólo un potencial turístico, sino parte del colectivo ciudadano, que la gente vea en ellas un valor que va más allá de económico. La nueva normalidad nos lleva a generar oportunidades ante nuevas necesidades, y podría ser el momento en el cual estos elementos históricos sean los protagonistas.
Fuentes
http://limamilenaria.blogspot.com/2013/11/huacas-y-boom-inmobiliario-el-valor.html