Viene de la palabra en inglés “Hack” la cual significa cortar con golpes repetitivos, o también puede significar romper la superficie del suelo (ver definiciones en wikipedia). En tal sentido es claro que el significado derive de “romper” y se aplique a sistemas de operativos, como en los años de 1870 cuando algunos adolecentes vencían el sistema para ahorrarse dinero y hacer llamadas por teléfono, o en entre 1960 y 1970 donde se originaron los primeros ordenadores, algunos curiosos empujaron las fronteras de las capacidades de estos nuevos «juguetes» para crear sonidos, programas, imagen e interfaces interactivas que posteriormente moldearían el mundo como lo conocemos (http://www.sptimes.com/Hackers/history.hacking.html).
Ir contra un orden pre establecido no necesariamente significa algo malo, ni tampoco supone ser un terrorista ni una revolución, en general es una reflexión complicada que cada uno debe hacer con adecuado manejo de sus propios recursos.
En el caso del urbanismo se pueden ver muchos problemas que han derivado de malas interpretaciones, desinterés, falta de información o falta de profesionalismo. Tal es el caso puntual de la relación entre el diseño y uso de los espacios públicos, pero la pregunta en este caso supone un ejercicio más divertido:
¿Qué se puede hacer dentro del espacio que existe hoy con los recursos que tenemos ahora sin destruir y al mismo tiempo agregar valor de uso y de vida al entorno?