Los mejores videojuegos pueden lograr que las personas les dediquen varias horas consecutivas de sus vidas, e inviertan una gran cantidad de tiempo total en ellos. Son muy pocas las actividades que logran tal nivel de concentración y compromiso de parte de tantas personas a lo largo del mundo.
El por qué es simple: los juegos son entretenidos. A lo largo de su evolución, los videojuegos han venido perfeccionando algunas tácticas que crean estímulos psicológicos para que las personas continúen regresando a jugarlos continuamente. Estas incluyen, solo por poner un ejemplo:
- Desarrollar una experiencia placentera (mediante el gameplay, interfaces, animaciones y música)
- Un marcado sistema de progresión (el subir de nivel y los beneficios que conlleva).
- Sistemas de recompensas y logros por cumplir ciertos objetivos (lo que contribuye al aprendizaje de las mecánicas del juego).
Así, los juegos parten de la experiencia base (ej. capturar un pokémon), y la amplifican (hacerlo más fuerte y que evolucione, y brindandote retos e incentivos para seguir capturando y entrenando a otros pokémon) consistentemente para motivar a las personas a regresen una y otra vez al juego. Todo esto genera un producto audiovisual en el que se pueden invertir cientos de horas (o incluso más). Por ello, eventualmente surgió la pregunta: ¿es posible aplicar este tipo de tácticas a otros rubros o sectores? De ahí surge lo que en inglés se denomina la “gamification”, que comúnmente se traduce a gamificación.
¿Qué es la gamificación?
Para resumirlo en pocas palabras, gamificación consiste en la aplicación de mecánicas y elementos de juegos, y aplicarlas a cosas que no son juegos (como aplicaciones, páginas webs, clases, etc.). El objetivo detrás de esto tiende a ser el aumentar los niveles de interacción de los usuarios. Las métricas de “engagement” tienden a ser sumamente importantes para algunos rubros, y suelen a traducirse directamente en conversiones o ventas.
Si bien este tiende a ser el objetivo, la gamificación ha producido muy buenos resultados en el sector educación. El implementar este tipo de mecánicas tiende a generar emociones positivas, que facilitan la memoria y comprensión de conceptos. Si se tiene en cuenta que las dinámicas de enseñanza en su mayoría siguen un modelo prusiano del Siglo XIX, la innovación por medio de la gamificación es sin duda atractiva.
Ejemplos de gamificación
Gamificación como programas de lealtad.
Una táctica cada vez más común es utilizar un sistema de recompenzas que otorga beneficios a usuarios por consumir continuamente con la empresa. Un ejemplo internacional es Starbucks, con un programa de recompensas que incluye productos gratis:
Uno local es Bembos, que otorga puntos cada vez que consumes mediante la aplicación y permite desbloquear ofertas especiales y canjear los puntos por descuentos:
Gamificación para la educación:
Como se mencionó arriba, otro rubro en el que se suele aplicar la gamificación es para facilitar la enseñanza. Un claro ejemplo es Duolingo. La gamificación es central a toda la aplicación, e incluye puntajes, monedas, logros y desafíos que entretienen mientras enseñan.
El BBVA también implementó un sistema gamificado para facilitar que las personas utilicen la banca por internet:
Gamificación en el sector inmobiliario
Hay algunos ejemplos de gamificación aplicado en inmobiliarias. Muchos se están apoyando en tours virtuales – utilizando tecnología de realidad virtual -; y añadiendo ciertos elementos de juego (como encontrar ciertos objetos en el inmueble) para motivar e incentivar que se termine todo el recorrido.
Por otro lado, webs inmobiliarias pueden implementar un sistema de “quiz” que realice preguntas que le permitan al cliente final decidir si es que el inmueble en cuestión es el ideal para lo que está buscando.
Además, si bien los ejemplos anteriores son hacia el cliente final, se puede aplicar la gamificación hacia el propio equipo de trabajo para motivar su desempeño. Un área donde es relativamente sencillo de medir y premiar logros es en la fuerza de ventas. Así, se puede crear un sistema que recompense un buen desempeño y premie con puntaje y logros que puedan ser canjeados por algunos beneficios internos.
Claves para la ejecución de la gamificación
Todos los especialistas concuerdan en que poder tener objetivos claros de qué es lo que se desea que el usuario realice es clave para el set up de una estrategia de gamificación. Esto va de la mano con entender bien cuál es el “viaje del cliente” y revisando toda la experiencia del usuario de la web, de modo que los elementos de juego no terminen interrumpiendo o incomodando el proceso de venta.
Autor: Javier Aguilar