El caos vehicular en Lima ha sido objeto de diversos reportajes de prensa y análisis que buscan determinar sus causas. Un estudio realizado en 403 ciudades de 56 países, ubica a Lima como la tercera con más congestión vehicular, detrás de Bombay y Bogotá.
Este caos, genera en los limeños efectos negativos como llegar a sus trabajos cansados, mal humorados y estresados. Esto por consiguiente, merma su desempeño diario. Pero lo más grave, es que cada limeño pierde aproximadamente 60 horas mensuales en el tráfico.
¿Por qué el caos vehicular se apoderó de la capital del país?
El caos vehicular es relativamente común en otras ciudades del mundo, por tanto las causas no son un secreto. La principal es el crecimiento demográfico descontrolado, y a esta se unen la deficiente planificación urbana y de transporte público. Sin embargo, Lima ha sido particularmente mala en lo que refiere a planificación urbana. Esto ha vuelto el problema mucho más crítico.
Este deficiente sistema de transporte público, permite la proliferación de taxis y buses colectivos informales. Es conocido que estas modalidades carecen de controles y no poseen el mínimo respeto a las normas de tránsito. Al año, el caos vehicular cobra una importante cantidad de vidas.
Aunado a lo ya expuesto, está el creciente número de vehículos nuevos que se suman al tráfico cada año. Son muchas las razones que alimentan este problema, no solo por la mencionada ausencia de transporte integral, sino también por la falta de orientación ciudadana. Todos quieren tener un vehículo, y evitan en la medida de lo posible las alternativas públicas.
Y por si fuera poco, se debe considerar el alto porcentaje de vehículos obsoletos que circulan a diario. Vehículos que se averían mucho y generan embotellamientos, accidentes y otros percances.
Las infracciones, más leña al fuego
Un aspecto que se agrava con la crisis vehicular reinante en Lima, es el factor de las infracciones de tránsito. Diversos informes de prensa, TV y redes sociales reseñan a diario este hecho, argumentado como causa el desespero y la necesidad colectiva de llegar a tiempo a sus trabajos.
Las infracciones de tránsito son el último eslabón de la cadena y no por eso dejan de ser una de las razones principales y también consecuencia del atestado tráfico vehicular.
Cómo afecta este problema a los limeños
Son muchas las repercusiones negativas del tráfico vehicular en la colectividad limeña. Lo principal es la pérdida de tiempo; se tarda un estimado de 60 minutos, en un trayecto que, con un sistema más ordenado, podría tardar tan solo una fracción de aquello. Además se pierde un promedio de tres horas diarias, por el caos que reina en las vías.
Otras repercusiones que ocasiona el exceso de vehículos circulando, son las siguientes:
- Mayor número de accidentes menores.
- Más contaminación ambiental.
- Diversas enfermedades ligadas al estrés y el estado de ánimo.
¿Hay solución al caos vehicular en Lima?
Explicar las causas detrás del caos vehicular de la ciudad es una parte importante, pero lo realmente complicado es el cómo revertirlo y solventarlo.
Es por esto que han surgido diversas propuestas para procurar soluciones efectivas. Por ejemplo:
- Dar incentivos a propietarios de vehículos obsoletos, para que los cambien por otros más nuevos.
- Ampliación de los sistemas de transporte masivo.
- Mayores requisitos para la adquisición de brevetes y licencias.
La creación de un mejor sistema de transporte puede convertir a muchos conductores estresados y mal humorados, en peatones bien atendidos que llegan a tiempo a sus trabajos. Sin embargo, por diversos motivos, esto viene demorando más de lo usual, y a la fecha no se sabe con exactitud en qué momento llegará a inaugurarse.