La coyuntura de transición de presidencia así como la persistente baja del mercado inmobiliario, que empezó en el 2014, ha generado que exista mucho movimiento entorno a este rubro. Como consecuencia se han creado nuevas formas de créditos, ampliado los subsidios e incluso abierto nuevas formas de financiar los créditos hipotecarios.
¿ESTAS MEDIDAS VAN A AFECTAR EL MERCADO DE VIVIENDA EN EL CORTO PLAZO Y CÓMO?
Con el nuevo proyecto de ley aprobado para el retiro de fondos de AFP, todas las personas que aporten en el sistema privado de pensiones, pueden acceder al beneficio del 25% siempre y cuando la compra del inmueble (casa, departamento, terreno u otro) sea por intermedio de una entidad del sistema financiero. El dispositivo también contempla que los jubilados bajo la modalidad de retiro programado en AFP podrán disponer de hasta el 95.5% de sus fondos pensionarios para compra de primera vivienda o para amortizar el pago de crédito hipotecario de la misma.
¿QUÉ SIGNIFICA Y CÓMO IMPACTARÍA AL MERCADO INMOBILIARIO?
Primero que nada, cabe resaltar que las personas que aportan a las AFP, ONP o el régimen militar representan tan solo el 24% de la PEA. Asimismo, en el mercado laboral de hoy, estas personas han ido cambiando de trabajo aproximadamente cada 2 o 4 años, lo que significa que hay períodos en los que se dejaron de aportar. Siguiendo la línea, y asumiendo un ingreso familiar de alrededor de S/. 7,000 soles mensuales y que una familia que compra primera vivienda se encuentran en el rango de edad de los 25 y 35 años de edad, llegamos a concluir que el dinero ahorrado en AFP de la familia difícilmente supere los S/. 100,000 soles lo que significa que el monto que podrían retirar será menor a S/. 25,000 soles por núcleo familiar.
Por otro lado, en caso las personas sean jubilados y retiren el 95.5% de su AFP, sólo los podrán utilizar para compra o amortización de primera vivienda, indicando que el dinero se inyectaría al sistema financiero en el corto plazo, incrementaría la capacidad de gasto de la canasta familiar y como consecuencia podría traer capacidad de ahorro a largo plazo para inversiones. Hay que destacar que mayor capacidad de gasto es mayor confianza en las económicas locales, y que los bancos cuenten con menor índice de morosidad para los sectores medios y bajos trae mayor confianza a los inversionistas.
Existe una consecuencia que viene siendo alimentada por varios frentes, el efecto de tener mayor capacidad adquisitiva suele ser el incremento del valor del bien que se desea comprar, y si le sumamos un incremento del subsidio por parte del estado, se potencializa este incremento de valor. En
VeMás estimamos que de no ser tratado con cautela el sector B y C podrían registrar un incremento del valor de hasta un 13% en los próximos 12 meses, alienando a parte de su público objetivo, disminuyendo el ritmo de ventas, al dejar de tener la capacidad de endeudamiento necesaria para las nuevas cuotas.
Por lo pronto el mercado sigue recuperándose de la desconfianza e inestabilidad generada por la campaña política y malas decisiones por parte del gobierno de salida.
Todo lo mencionado vislumbra una ligera recuperación en el corto plazo de los ritmos de venta en los sectores B y C, sin embargo, la verdadera recuperación del mercado inmobiliario se podrá estar dando terminando el 2016, cuando las personas tengan más confianza en las políticas del nuevo gobierno, se hayan recuperado de la caída de la economía (que empezó en el 2014) y finalmente los bancos flexibilicen los intereses y parámetros para acceder a los créditos hipotecarios.
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